2 de xuño de 2014

30/05/2014
El pais, Galicia
Guerra a la fiebre de las autovías
Corría el año 2000 cuando Francisco Álvarez Cascos decidió ampliar 25 años la concesión de la Autopista del Atlántico, hasta 2048. Privatizada la empresa pública tres años después, el negocio aguó las esperanzas en Pontevedra y Vigo de que el paso por el puente de Rande se librase por fin del peaje y los ciudadanos de recorrer la pesadísima carretera nacional. Así que antes de abordar el tabú de un rescate de la concesión, se viene rumiando desde entonces la posibilidad de levantar otra autopista alternativa. Se esbozaron propuestas diversas sobre posibles itinerarios con poco reflejo en los presupuestos hasta que el año pasado empezaron a tornarse serios los trabajos para iniciar un primer tramo en Pontevedra que sirva al mismo tiempo de circunvalación y en el que Fomento planea gastar 84 millones. El problema es que el trayecto entre Vilaboa y A Ermida, de poco más de seis kilómetros, partiría un monte por la mitad, afectaría al nacimiento de un río, a una decena de captaciones de agua, a un castro, al camino de Santiago y a otras vías históricas, ni siquiera conecta entre sí a las parroquias que atraviesa y en definitiva, dicen sus opositores, no hace falta.
Mais...http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/05/30/galicia/1401469632_391305.html

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